Luis Aranda, al que todos en el CDB Alcobendas Rugby conocen como Sete, tiene 19 años y es uno de los jugadores más jóvenes en haber debutado con el primer equipo en la máxima categoría del rugby español. Luis se enfundó la elástica del Lexus Alcobendas Rugby este año contra Independiente Rugby Club Santander s23 después de haber estado toda la temporada pasada sin jugar por un problema cardíaco. Su retorno al terreno de juego no podría haber ido mejor: además de ser jugador titular del Emerging, Luis consiguió, en su primer año en la categoría Senior, debutar en División de Honor ante Ciencias Cajasol Olavida. Aquella undécima jornada, además, Luis vistió la casaca titular. Tras ese partido, sumó minutos en División de Honor también ante Complutense Cisneros, UBU Colina Clinic y VRAC Quesos Entrepinares; y fue convocado con la Selección Española s20. Hoy, nos cuenta su experiencia como canterano que ha logrado jugar en lo más alto de nuestro rugby con su equipo de siempre, y también su perspectiva sobre la Competición Nacional s23 B.

Eres jugador habitual del equipo s23 y este año incluso te hemos visto debutar con el primer equipo. ¿Cómo has vivido este salto a la categoría Senior?

El salto a senior es a algo a lo que te van preparando los entrenadores durante tus años de escuela: te meten en la cabeza que la gente es más es grande, los contactos son realmente duros y es un rugby más real. Pero verdaderamente el cambio se tiene que notar a nivel de ganas y de hambre personal: tener ganas no solo por la diversión que supone jugar con tus compañeros, sino también por el hecho de seguir mejorando y de conseguir cosas con tu club.

 

La competición en la que más minutos tienes esta temporada es la s23. Un modelo de competición interesante, pero que ha recibido críticas. ¿Cuál es tu perspectiva sobre esta Liga como jugador?

Es una liga interesante, ya que esto va a obligar que los clubes de España inviertan más en temas de escuela y cantera, y haga crecer el rugby desde abajo. Pero, en mi opinión, un poco precipitado. Muchos clubes de División de Honor no estaban preparados para formar un segundo equipo con jugadores s23, y eso ha hecho que la diferencia de nivel entre algunos clubes sea muy notable.

Luis, con la Selección Española s20, llegando a asistir en un placaje. Fotografía: D. Torres

La temporada pasada tuviste un problema cardíaco que te impidió comenzar en Senior el año que te tocaba. Este, te hemos visto jugar de titular en División de Honor y convocado con la Selección Española s20. ¿Cómo has vivido el proceso de pasar de no poder jugar a competir en el máximo nivel del rugby español?

El caso son las ganas que vas acumulando mientras no puedes jugar. Cada día que pasé de la temporada pasada sin poder jugar, era un poquito más de hambre que acumulaba para cuando volviese. Volver a jugar después de un año es algo maravilloso, y me encontré con un ambiente de vestuario increíble, que te lleva a tener cada vez más y más ganas de entrenar. Y entonces es mucho más fácil. Es algo que tienes que tener en cuenta cuando estas sin poder jugar, que no será para siempre y tienes que llegar lo más preparado posible. Sin la ayuda de mis compañeros y entrenador tampoco habría sido posible, ¡que son la base en la que te tienes que apoyar para progresar!

Luis, con la camiseta del Biarritz Olympique, jugando un amistoso dentro de la concentración con la Selección Española s20. Fotografía: FER

Debutaste con el primer equipo en la Jornada 11 como titular ante Ciencias Cajasol Olavide. Repetiste el fin de semana siguiente, también de titular, ante Complutense Cisneros. ¿Cuáles fueron tus sensaciones al leer la convocatoria y verte, después, en el campo?

La sensación cuando te enteras de que vas a debutar con tu equipo de toda la vida en primera división es increíble. En mi caso, me invadieron una emoción y un miedo normales de la situación, pero que tienes intentar controlar para que no afecte a tu rendimiento en el partido. Para mí, tenía un significado especial: mi equipo de toda la vida, en el campo donde jugué al rugby por primera vez y con jugadores que había estado yendo a ver jugar de niño a Las Terrazas. El debut fue algo especialmente bonito, con mis compañeros y amigos en la grada, a los que noté cada segunda del partido. ¡Eso consiguió relajarme bastante! Además, el partido estaba yendo bien y lo acabamos ganando, así que, en el tercer tiempo, solo podía estar contento por las dos cosas. Al margen de como había jugado.

 

Miguel Danés, comentarista habitual de las retransmisiones de los partidos de ARU en casa, destacó en varias ocasiones que estabas haciendo muy buen partido ante Ciencias Cajasol Olavide. ¿Qué opinas?

Todos en el campo, dependiendo de nuestra posición, tenemos una labor particular de la que nos tenemos que hacer cargo y en mi caso, al jugar de pilier derecho, era la melé. Tanto mis compañeros como los entrenadores me dejaron claro que si tenía alguna función, era aguantar en melé. Y la verdad que fue bastante bien, nuestra melé dominó a la suya y pudimos hacer hasta tres ensayos desde esa fase. A la hora de juego abierto, estuve más nervioso. Pero conté en todo momento con la ayuda de los demás delanteros que me iban colocando y corrigiendo si me equivocaba, lo que hizo todo más fácil.

 

Eres uno de los jugadores más jóvenes que han saltado al verde de Las Terrazas con la camiseta del primer equipo. También han debutado este año otros compañeros tuyos, como Olmo Rodríguez. ¿Es un tanto que se debe anotar la Liga s23? ¿Crees que veremos cada vez más jugadores canteranos en la División de Honor?

En esta temporada, los jugadores del s23 hemos tenido muchas oportunidades de contar con minutos, tanto por la calidad de los jugadores como por las lesiones de jugadores del primer equipo. Como en mi caso, por ejemplo, ya que pude debutar por las bajas en el número tres. Pienso que es un tanto para todos los entrenadores de las escuelas y senior seguir formando jugadores que quieren llegar al máximo nivel del rugby español. Y también una manera de demostrar que, si trabajas y estas dispuesto a entrenar duro para llegar, es posible. No tengo ninguna duda en que irán debutando cada vez más y más canteranos, solamente hay que trabajar y esperar la oportunidad.

 

Para finalizar la entrevista, cuéntanos cuál ha sido el mejor partido y cuál el más duro que has tenido que jugar esta temporada.

El mejor partido de la temporada fue el de Ciencias, por el hecho de ser un sueño cumplido jugar con tu equipo de toda la vida y la oportunidad de defender su escudo en la máxima categoría. Es algo que no voy a olvidar nunca. Y el más duro diría que fue el partido del s23 contra el Santboi en Las Terrazas. Realmente para muchos, yo incluido, fue el primer contacto con la dureza de senior. Ese partido lo perdimos por más de 20 puntos y fue un golpe duro para el equipo, pero nos hizo reflexionar y darnos cuenta que había que trabajar más si queríamos conseguir algo en la Liga.

 

 

Fotografía principal: Mario Encinas