Mazabi Santander Independiente y Alcobendas Rugby firmaron un verdadero partidazo este domingo en San Román. Los granates se llevaron el vigésimo segundo triunfo de la temporada en un ajustado 28-30 que deja todo abierto para una vuelta que promete ser no apta para corazones sensibles.

Llegaba el día. Las espadas en alto y la mirada apuntando hacia un único objetivo. San Román, la plaza que el destino dictaminó que sería el inicio de una batalla digna de lo que se estaba jugando. Mazabi y Alcobendas. Alcobendas y Mazabi. Solo puede quedar uno. Los granates llegaban a tierras cántabras de la mano de una hinchada que no iba a dejarles solos. No lo han hecho nunca. Y en este día no iban a fallarles. Porque también es su día.

La ovalada empezaba a agitarse de un lado a otro. El pitido del árbitro daba comienzo a un encuentro que levantó a la grada en numerosas ocasiones. Y a los que estaban al otro lado de la pantalla. Fue un verdadero espectáculo digno de un playoff de ascenso. No sería hasta el minuto 10 cuando el equipo local abriría el marcador. Un puntapié de castigo colocaba el 3-0 que replicaría Alcobendas diez minutos más tarde, con otro de Cittadini para poner el empate.

Se levantó peleón Santander, que de nuevo pondría, para delirio de su grada, el mercador a su favor solo dos minutos después del empate granate. Otro puntapié de castigo dejaría en el luminoso el 6-3. Pero, esta vez sí, volvería Alcobendas. Lura ensayaba y Cittadini transformaba. El tándem habitual. Y 6-10 para los intereses madrileños. Antes del descanso, el equipo santanderino se acercaría de nuevo con otro puntapié de castigo. Alcobendas, por su parte, abriría brecha en el tanteador con un ensayo de De Minteguiaga que transformaría un Cittadini que antes, también acertaría con un puntapié de castigo. A los vestuarios, con 9-20 arriba.

La segunda mitad llegaría para ser la madre de todas las batallas. Los, posiblemente, mejores cuarenta minutos de rugby del campeonato. Un rugby de División de Honor. No era para menos.  Rugby de salón en San Román, que presenció un gran inicio madrileño de la segunda mitad. Roy Lura de nuevo ensayaba y seguía aumentando la distancia para los de Álex Grajera, que ya vencían 25-9. S

Recortó distancias Mazabi que, en apenas veinte minutos, logró empatar el encuentro merced a un ensayo, transformado posteriormente y tres puntapiés de castigo que pondrían el 25-25. Pero aun quedaba más. Los locales llegarían a estar varios minutos con trece jugadores en el campo por tres amonestaciones que alternarían varios minutos con dos jugadores menos en el campo.  La grada no dejó de alentar en ningún momento, consciente de lo que había en juego. Carlos Rodríguez golpeaba de nuevo para Alcobendas, que volvía a estirar el marcador poniendo el 25-30 a diez minutos del final. Un marcador que aún se agitaría una vez más con otro puntapié de castigo local que dejaría el ajustado 28-30 con el que concluiría el choque.

Todo se decidirá en Las Terrazas. ¡Ay lo que viene el sábado! Lo dicho, no es apto para cardiacos. La grada se vestirá. La grada se teñirá. Y la ciudad cogerá, a buen seguro, un color granate que acompañará toda la semana las calles de una ciudad que espera volver a ser de División de Honor. Aunque, quizá, nunca dejó de serlo.